Presentación de Alvaro Ruiz notable escritor avecindado en la región.
Andrés Gana dice en el prólogo del libro…
Hay dos constantes que planean como una sombra a lo largo de
todas las piezas que componen este volumen: la Muerte y el encono contra la
política neoliberal que arrecia actualmente en nuestro país con especial
violencia. A la primera dejémosla pasar con debido respeto y reconozcamos que
de parte de artistas como éste y tantos otros en cuya obra se filtra la
denuncia, digamos Manuel Rojas para nombrar a uno, la protesta viene de lo más
profundo de la sangre y de la carne propia, dejando al descubierto cómo la
finura, inteligencia o sensibilidad, que debería presagiar un
mundo mejor, aún es pisoteada y mirada en menos a favor de ridículos y
malolientes realities…¿acaso siempre ha sido siempre y lo seguirá siendo?
En otras breves reseñas obligadas por el prestigio adquirido
el autor comenta exposiciones, libros de poesía, eventos y revistas locales, de
las cuales una que me entero sólo ahora y con sorpresa que es fundador gracias
a una breve y magistral editorial que aparece en estas páginas. Su presencia
prolongada en la región comienza a dar sus frutos, uno de ellos este libro, merecido
galardón con que Chile anuncia sus primeros pasos hacia la descentralización.
Realiza motu proprio sentidos artículos necrológicos de sus
amigos muertos y se sienta a reflexionar sobre sus pasadas andanzas por
Santiago, ciudad si no de su nacimiento, de su infancia y juventud; la adultez
es una palabra inventada y de su falacia provienen todos los problemas, la
vejez claro que existe pero todos morimos jóvenes.
Con fluidez y amenidad revive sus tiempos en la capital
cuando en pleno invierno dictatorial un grupo de poetas y escritores se refugió
durante años en el bar de la Unión Chica (Nueva York 11) alrededor de reconfortantes
botellas de tinto y de su contramaestre Jorge Teillier, quien predijo que dicha
confraternidad llegaría a ser legendaria.
Su amistad con el poeta de los lares fue larga, productiva e
íntima, como se constata por la información y anécdotas de primer cuño que
aparecen en este libro, libro cuyo prólogo, ya suficientemente largo, toca a su
fin y espero se lo hayan saltado pues me bastó (a mí que algún elogio he
recibido por mi pluma fácil de aficionado) abrir al azar una página cualquiera del
manuscrito de esta obra para ver lo torpe de mi mano y de mi estrecho corazón,
inclinándome con humildad y admiración ante una vocación auténtica y un talento
superior.
Me sumo a las palabras de este amigo de Álvaro recorremos en
sus páginas momentos íntimos de cercanía a sus amigos de copas y de letras, sus
viajes, estadías en lugares distintos de la geografía, personajes lejanos y
cercanos.
Relatos muy nuestros, dinámicos, cálidos. Los invito a conocer en este
libro que nace a la vida para recoger parte de una larga trayectoria en las
letras chilenas de Álvaro Ruiz. Algo de este texto en http://www.cofredepalabras.blogspot.com/.
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