Junto al pintor Audé Gutierrez, Alejandra Rojas Profesora del Departamento de Patrimonio y Extensión del Liceo Gregorio Cordovez, , Nella Camarda, (Viuda de Jorge Peña Hen) y Rina Araya Coordinadora de Cultura Municipalidad de Coquimbo.
Junto a Rocío Alcayaga Mondaca apreciando la obra de Audé Gutierrez |
Junto a la Profesora e investigadora Alejandra Rojas. |
Se me invitó a escribir un texto para la presentación de su obra, Tierra Fecunda, no podía hacerlo desde la plástica pero si desde la palabra y desde mi admiración por un grande, el maestro Jorge Peña Hen. La inauguración en el Centro Cultural Palace fue mágica. Estoy muy agradecida comparto mis palabras.
Audé
Gutierrez Connotado artista de la Región
de Coquimbo, crea imprimiendo un sello al
conjunto de su obra con aspectos que le caracterizan y lo identifican, abriéndose paso en nuestra cultura
y permitiéndole ser reconocido. Se
entrega con dedicación al objetivo que se impone. No hay tregua hasta que
concluye lo comprometido, en primer lugar, consigo mismo. Se debe destacar su trayectoria la que nos invita a la
valoración de su trabajo que aun recogiendo la experiencia de varios años fuera
de Chile, no deja de tener su raíz propia
y además de rasgos característicos del surrealismo.
Audé, como
creador, con profunda sencillez nos
insta a palpar, sentir y digerir lo creado, en él se entrecruzan los pasos del
hombre y del artista sin línea divisoria, y por lo tanto, es a quien vemos,
escuchamos (toda obra de arte nos
susurra algo) y admiramos la multiplicidad
de su obra: Dibujo, grabado, pintura,
escultura, intervenciones con materiales de desecho.
Como
artista crea desde la emoción, la
inspiración y la experiencia, es así como redescubre el mundo, desde él y desde el fuego
de nuestra tierra comienza el trabajo
incansable de relator de forma verdadera, se hace así parte en su obra, se estremece con un hecho trágico: la muerte,
pero no cualquier muerte, una trágica. Luego o paralelamente y desde la
conmoción es el entender que esta muerte derriba unas manos creadoras, que
parieron, engendran y proyectarán música y al alzarse provocaron las notas de tantas generaciones. Este impacto es el instante en que el artista es
historia y construye o recrea la otra
historia, por qué no decir, también, desde su concepción de mundo frente a la
muerte, a los derechos humanos, la crueldad. La perpetuidad de una obra
consagrada e inspiradora es ahora un
lienzo que también se hace perpetuo.
Logrará
así Audé Gutierrez conducirnos por espacios, figuras, gestos… que son la vida
y que con sutileza, belleza y emotividad nos conmueven y devuelven la mirada a
un momento de la historia donde la soledad de un instrumento en la inmensidad
de un desierto causa el impacto que provocaría un hombre cuando sólo e inocente
en una celda espera que venga su carcelero.
Al
contemplar en cada obra los momentos de
la vida del Maestro el ojo público será crítico o empático hilvanando también su propia historia pues, sin duda, más allá de
lo estético surgirán emociones, recuerdos, dolor debido a que la vida, la obra, la muerte de Jorge Peña
Hen será siempre un llamado a la
conciencia humana, a la inspiración y a la irrupción de la música en todas las
primaveras de la patria.
El
artista podrá sentirse satisfecho, su obra no deja indiferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario