Compartimos los mismos intereses:

domingo, 28 de octubre de 2012

Tierra Húmeda Antología ALBRICIA Oriana Victoria Mondaca Rivera


Virgen

Guardó su frescura
En un cofre “bajo siete llaves”
Tenía quince años.

Se prometió nunca perder las llaves
y recorrer los caminos
con ella colgada a su cuello.

No caminó de prisa
Para que no se cayera.
No se desnudó
Para que no la descubrieran.

No arrugó su falso
para no estropear
el almidonado de sus pliegues.
No cortó su trenza
para cubrir su cadena.

Cuando virgen y perfecta
la llave pesaba en su cuello.
Abrió su cofre.
habían pasado los años.

 Descubrió de golpe,
como se descubren las verdades,
que su falso seguía perfecto
con todos los pliegues almidonados.

Tierra húmeda Antología Albricias


Tierra húmeda
Oriana Mondaca

Sobrenatural y sagrada
acariciadora,
tierra, mujer,
Gea, pachamama.

Con los pies en tu faz
los sentidos abiertos
al húmedo aroma de la tierra
Geosmina, rumor de pétalos,
y arcilla.

Invades los poros
desde tus entrañas
Génesis de Adanes y Evas,
Cuna de héroes y mendigos.

Oriana Victoria Mondaca "Mariposas" otro poema de Tierra Húmeda

Mariposas
Se calzan sus máscaras
se visten de princesas,
maquillan su rostro
para disimular sus tristezas.

 Danzan, giran
se revuelcan
se tumban, parpadean,
 pierden su frescura.

 En la esquina de la vida
sobreviven su aventura
quieren soñar
pero una mano
 las sentencia a verter en ellas
 las urgencias del sexo fuerte.

Y así se va otra noche
y llega un nuevo día
mientras la carne se muda en piltrafa.

 Ellas se resisten
a condenar su historia
 al ataúd de los sueños,

 Por eso,
 llegada su hora
 invocarán el ritual
de los sacerdotes de Osiris
 y en el “lugar de la purificación”
y en “la casa de la belleza”
ellos les devolverán su virginidad.

 Pero,
 precavidas esta noche
y las que vendrán
preservan su alma
 en envoltorios de lino
para transar su paso a la eternidad.

Diamela Eltit, Prólogo Antología ALBRICIAS

Los siete valles No pretendo aquí presentar los trabajos poéticos de Claudia Hernández López, Nury Larco Invernizzi, Pilar Merino Campillay, Oriana Mondaca Rivera, Marcela Reyes Harris, María José Rivera Oyarce, Carola Pizarro Araya, porque cada una de las escritoras merece un espacio propio como también sus trabajos individuales requieren de una analítica detallada. Más bien, me sumo a la celebración que provoca la publicación de este volumen. Así es, porque este libro representa un contundente punto de partida para emprender una lectura intensa de los importantes signos estéticos y simbólicos que los diversos textos reunidos despliegan apelando a múltiples e interesantes estrategias. La poesía chilena se ha caracterizado por su densidad y por la extensa exploración de los signos literarios. Pero hay que recordar, una vez más, que la historia oficial poética ha sido habitada por ¨el poeta¨ (cada uno de ellos) con la excepción de la figura de Gabriela Mistral que consiguió instalar, en el interior de un duro cerco, su singular y complejo trazado. Sin lugar a dudas, Gabriela Mistral hizo del territorio material una sede de escritura, acudió una y otra vez a su suelo natal, a ¨su¨ paisaje y a los pormenores de los cerros. Su transcurso nacional e internacional se caracterizó por un sostenido nomadismo pero también por una resistencia visceral a Chile, pero una resistencia que nunca horadó su constancia nortina porque, en definitiva, fueron las imágenes capturadas por sus ojos de niña y de adolescente, las que le propiciaron los materiales más sensibles para organizar su poética. Hoy, el libro: “Albricias: Poesía Femenina Contemporánea del valle del Elqui¨ reúne a siete poetas de la Cuarta Región, siete nombres, siete estéticas que irrumpen en el siglo XXI para multiplicar el gesto y la gesta mistraliana pero en otro tiempo, desde otros paradigmas y de acuerdo a sus subjetividad específicas. Siete obras que comparecen para re-nombrar el amor, para escribir los dilemas de género, para festejar la escritura, para plantear la metafísica o el lugar de Dios, de la muerte y del conjunto de pérdidas que acumulamos y que abren paso a lo que Sigmund Freud denominó como: melancolía. Cuando nombro a Gabriela Mistral no pretendo señalar que las participantes de este libro mantengan conexiones específicas con la poeta, lo que busco no es establecer un lazo de ¨sangre¨ sino el sitio de una tierra en común, de un paisaje cultural signado por el afuera del centro metropolitano. También recuerdo a Gabriela Mistral porque ha sido un paradigma recurrente y necesario en los estudios de género y literatura, la recuerdo además porque pienso que no debe ser fácil, para cada una de las autoras que participan de esta antología, ganar un espacio en mundos literarios todavía recorridos por prácticas segregadoras hacia las mujeres escritoras. Las poetas que conforman este volumen, escriben, por decirlo de alguna manera ¨fuera de Santiago¨, con todos los riesgos que esta posición implica, escriben más allá o más acá del centralismo, escriben poesía, doblemente asediadas por su condición de mujeres (que escriben). Porque ya he dicho que la situación de la mujer que escribe (más allá de los territorios rosa) no es simple y, en este sentido, es que la publicación colectiva de este libro les imprime potencia y permite vislumbrar la política que moviliza sus prácticas culturales. La poesía, a pesar de sus dificultades editoriales, continúa siendo un espacio privilegiado para formular finamente los devenires del mundo y especialmente nos permite entender la vulnerabilidad. La sutil fragilidad de una rama de un arbusto puede decidir el equilibrio del planeta. El abandono o los abandonos no pueden sino detener (fugazmente) el universo para iluminar así un instante compasivo ante el dolor humano. El yo se deshace y se encarna en otros que ven en la escritura de ese yo , el suyo, la ruptura y la inscripción. La gran tarea del yo poético es deshacerse de sí para habitar a otros que se apoderan de ese yo que termina por pertenecerles. Ese es el trabajo más fino y más riguroso. Mientras leía este libro sentí que varias de sus partes me pertenecían o le pertenecían a mi propia escritura interna, a aquella que me habita corporalmente o estéticamente o emocionalmente. Porque la posibilidad de dotarse de un yo (no) ajeno es la gran experiencia que nos proporciona la poesía. Mientras leí estos siete libros pensé que la antigüedad más remota y el tecnologizado presente se unían con compostura y con una dosis de armonía. Me sentí parte de este libro que leemos y solidaria con la letra de estas autoras que atravesarán los valles, pero también conservarán las memorias atormentadas y felices de la luz. Diamela Eltit Febrero, 2011

Virginia Vidal en su presentación a la Antología Albricias.. Poesía Femenina del Valle de Elqui dice

Presentación Sobre la poesía de la antología y en relación a mi poesía: Siete poetas del Valle de Elqui revelan las alternativas de un viaje compartido desde su condición de mujeres en la reunión de siete poemarios donde queda en evidencia su manera de interpretar el mundo, el eros, la rebelión y la crítica, frente al sesgo del horizonte de la sociedad. Así, del amor, la muerte, la vejez, la violencia, la precariedad de la vida, y el delicado peso de los sueños irrenunciables se nutre esta poesía. TIERRA HÚMEDA, de Oriana Victoria Mondaca Rivera, acierta en la evocación de un tiempo no tan remoto vívido en la memoria, aunque una modernidad muy impuesta y manipulada trate de aventarla: “Se nos perdió: La plancha a carbón. La cocina a leña. El tocadiscos. La palmatoria. La radio cómplice. Donde escuchamos Que Neruda obtenía el premio Nobel Y el programa “Escucha Chile””

viernes, 19 de octubre de 2012

Taller de creación literaria PalabreArte

Han pasado los meses, a veces nuestra percepción del tiempo nos juega curiosas pasadas, quisiéramos que el tiempo se detuviera pero esto es irremediable..Y en este tiempo ha sido un compartir una gran experiencia el trabajar con un Taller de Literatura, se me ocurrió llamarlo PalabreArte, en un sentido amplio nos permite jugar con el sentido de los dos términos, o simplemente palabras con arte. Hoy después de estos meses con esta experiencia me siento feliz de haberla comenzado, se ha formado un grupo maravilloso, es el día esperado para crecer en la palabra, adentrarnos en la vida y la obra de tantos grandes de la literatura. Y escribir... crear... compartir. estas son algunas imágenes de nuestros encuentros. bien por la poesía, los poetas y el arte.